En
pintura siempre se ha pretendido que la persona que admira un cuadro
pueda percibir, con todos sus sentidos, esos elementos diferenciadores y
personales de cada mujer, u hombre, representados en el cuadro.
Una
persona sensual se relaciona con su entorno de una manera muy especial,
saborea y se deleita con lo que está viviendo y esto lo transmite a los
que le rodean. Un paisaje, una comida, los olores, el arte, la música,
en resumen todo lo que ve, día a día, lo admira con complacencia y esto
lo transfiere en forma de sensualidad a su admirador. Muchas veces hemos
oído de alguien que no es precisamente una persona bonita pero sí muy
atractiva porque es muy sensual.
Veamos algunos ejemplos de lo que los pintores han considerado que debían presentar en sus cuadros para expresar la sensualidad.
Museo del Hermitage, San Petersburgo, Rusia |
“Mujer peinándose” (Edgar Degas, 1885)
Degas utilizo en sus cuadros prácticamente todas las técnicas artísticas: oleos, dibujo, pastel y escultura.
También realizo conocidas series de pintura sobre temas muy concretos: bailarinas, carreras de caballos y sin duda una de las series más conocidas en la historia de la pintura, la serie de desnudos femeninos.
En nuestro caso hemos elegido un a pintura “mujer peinándose” de la serie de bañistas donde representa a diferentes mujeres en la intimidad de sus habitaciones, saliendo del baño. Al igual que en la serie de desnudos a sus mujeres las representa carentes de obscenidad, de una manera cercana y con una sensualidad armoniosa, como ajenas a la mirada del pintor (que actúa como un “voyeur”, sin dejar ver sus rostros pero mostrando su espalda y sus cabellos.
También realizo conocidas series de pintura sobre temas muy concretos: bailarinas, carreras de caballos y sin duda una de las series más conocidas en la historia de la pintura, la serie de desnudos femeninos.
En nuestro caso hemos elegido un a pintura “mujer peinándose” de la serie de bañistas donde representa a diferentes mujeres en la intimidad de sus habitaciones, saliendo del baño. Al igual que en la serie de desnudos a sus mujeres las representa carentes de obscenidad, de una manera cercana y con una sensualidad armoniosa, como ajenas a la mirada del pintor (que actúa como un “voyeur”, sin dejar ver sus rostros pero mostrando su espalda y sus cabellos.
Agencia Nuevas Dimensiones-Valencia-España