1. Aprendiendo a cerrar la trastienda
Desde su llegada, Djukic insistió en el concepto de que el equipo debía aprender a defender, a intentar hacerle complicado al rival el hecho de anotar, ganar en rocosidad defensiva. Este Córdoba se muestra muy blando en la parte posterior y no solo por la línea defensiva como por la ausencia de trabajo en el mediocampo. En San Mamés se logró.
2. Explotar al máximo la escasa calidad
Las apariciones de Borja en la primera parte para mantener la posesión así como la infinidad de robos del madrileño y de Ghilas generó en el rival una sensación casi permantente de inseguridad. Los detalles de Abel, así como los movimientos de Fidel hicieron el resto. Pero por encima de todos, el autor del gol. El argelino brilló con luz propia.
3. Buena reacción desde el banquillo
Valverde reconoció su error y cambió la banda derecha por completo y adelantó a De Marcos, lo que desequilibraba todo el orden defensivo. Djukic aguantó todo lo posible e introdujo a Crespo para tapar su banda izquierda. Meter a Ekeng para hacer trabajo en línea de tres cuartos, otro acierto del serbio, aunque el arreón final preocupó.
NEGATIVO
1. Cuenta pendiente difícil de 'pagar'
Este Córdoba cambió la línea. Un rival con bajas o confiado debe tener complicado hacerse con el triunfo. Aparentemente aprendió del duelo ante el Villarreal y contra un Athletic sin Aduriz y pensando en el BATE Borisov aplicó orden y trabajo. Le valió paga ganar. En casa tendrá que ir a por el partido, algo que parece complicado de asumir.
2. Debió aprovecharse más y mejor
Los goles errados por Ghilas y Campabadal mostraron las carencias de un Athletic sin referente ofensivo y con un once en el que Viguera salía por la derecha y solapaba a Beñat. La defensa se vio 'ayudada' por Valverde, que abrió el campo en en el segundo acto. En el primero los de Djukic debieron matar ante un rival desaparecido.
3. Un sufrimiento final en forma de aviso
Las necesidades de la plantilla blanquiverde están claras. Si hubiera dudas, en su mejor partido, defensivamente hablando, sufrió horrores en el último cuarto de hora, con seis amarillas y siete faltas. En el resto del duelo había cometido también siete infracciones. Es el aviso claro para mejorar y seguir en la pelea. Los rivales puntúan poco.