En
pintura siempre se ha pretendido que la persona que admira un cuadro
pueda percibir, con todos sus sentidos, esos elementos diferenciadores y
personales de cada mujer, u hombre, representados en el cuadro.
Una
persona sensual se relaciona con su entorno de una manera muy especial,
saborea y se deleita con lo que está viviendo y esto lo transmite a los
que le rodean. Un paisaje, una comida, los olores, el arte, la música,
en resumen todo lo que ve, día a día, lo admira con complacencia y esto
lo transfiere en forma de sensualidad a su admirador. Muchas veces hemos
oído de alguien que no es precisamente una persona bonita pero sí muy
atractiva porque es muy sensual.
Veamos algunos ejemplos de lo que los pintores han considerado que debían presentar en sus cuadros para expresar la sensualidad.
(Michael e Inessa Garmash)
Nos
han llamado la atención las pinturas de este matrimonio singular; los
dos son pintores lo hacen en el mismo estilo, más aún, pintan juntos y
es difícil reconocer quién pintó un cuadro u otro, o, cuando lo hacen
juntos, diferenciar las pinceladas de cada uno.
Michael
nació en Lugansk (Ucrania) en 1969 e Inessa en Lipetsk (Rusia) en 1972 y
se conocieron cuando él estaba de permiso del ejército. Cuando Michael
se marchó, había llenado los pasillos de la casa y las paredes de la
calle con el retrato de Inessa.
Hay
quien defiende que sus cuadros presentan los cánones del impresionismo,
con predominio de la luz y con colores vivos, y además sus personajes
aparecen siempre pintados en exteriores.
Buscando semejanzas, parece que entre sus temas los críticos quieren encontrar influencias de Joaquín Sorolla.
Agencia Nuevas Dimensiones, Valencia, España.
Agencia Nuevas Dimensiones, Valencia, España.