Nuestro amigo Fran nos brinda una serie de escritos realizados por
su padre, Don Pablo, donde relata de una manera sencilla pero profunda
la historia cotidiana y costumbrista de la España de los años mil
novecientos sesenta. Unos escritos manuscritos realizados con una letra
impecable que con gran cariño (no sin motivo) conserva y que ha querido
dar a conocer a través de nuestra Agencia Nuevas Dimensiones como un
homenaje a aquellos hombres sencillos y luchadores de una España
precaria donde como a tantos otros le toco vivir. Escritos realizados
en Paris, donde tuvo que emigrar, pero desde siempre evoca a "su" España.
Gracias Fran por este bello gesto del que estamos seguros tu padre
estará orgulloso pues nos cuenta que siempre quiso que se publicarasen e
incluso llego a enviarlos a los diarios ABC , YA, y Pueblo, en cartas
certificadas, que nunca tuvieron respuesta.
Primero publicamos LA REBOTICA (en tres "trozos") y ahora LA LUNA HABLA
Prólogo
La
originalidad de mi presente artículo, con ribetes literarios, titulado “La Luna
habla” ha surgido, saliendo a la luz y teniendo como fondo, una fina ironía, en
completo marinaje con una suave y sutil sátira, contra aquellos que, a mi
juicio, les abriga la ilusa fantasía de llegar a lo desconocido.
No
me tachéis como enemigo del progreso, ni de retrógrado, mas tampoco creyente de
lo que un día predijo Julio Verne con sus fantasmagóricas aventuras.
Yo
creo, antes bien, que esto es materia velada, que se quiere saber y
profundizar, sin llegar a comprender que es la obra exclusiva del Sumo Hacedor;
incapaces los hombres de descifrar y descubrir sus misterios.
Confieso que soy humilde y modesta; por
ser lo no me ruborizo al decir, que si brillo, es por la luz prestada por mi
compañero Febo, y que comparada con éste, sé que solo soy un triste farolillo
de verbena.
¡Pero qué ingenuos que sois los hombres,
que tratáis de conocer mis secretos! Sabéis que rijo con mis des destellos el
flujo y reflujo de las mareas en los Océanos, y que, aunque mi vida la hago de
noche, soy honesta, púdica, y honrada. Aunque femenina, no soy coqueta, y como
discreta, me retiro con las primeras luces del alba.
Mantengo mi cortesía en los eclipses,
cediendo el paso a otros astros que, por, momentos breves, en mortecina luz me
dejan velada. Soy antorcha y guía nocturna de los navegantes. Alumbradora de
panteones, mausoleos y epitafios, en las noches de plenilunio.
Doy inspiración a los pintores y poetas,
me cantan las musas y en los paisajes soy alma, por intrínsecos motivos
líricos. De noche, en la paz sepulcral de los cementerios, en su macabra
escenografía, con mi blanquecina luz, hago semejar a los cipreses, agujas de
viejas catedrales góticas. El salón del magnate no ilumino; pero su tumba, sí.
Soy aliada de Cupido, vosotros bancos solitarios de paseos y jardines, leales confidentes en los atardeceres festivos de….. ¡cuántos idilios amorosos bajo mis pupilas serenas! ¿Habrá para los caminantes, cosa más sublime y emotiva, que una noche estrellada, de luna clara y serena?
Soy aliada de Cupido, vosotros bancos solitarios de paseos y jardines, leales confidentes en los atardeceres festivos de….. ¡cuántos idilios amorosos bajo mis pupilas serenas! ¿Habrá para los caminantes, cosa más sublime y emotiva, que una noche estrellada, de luna clara y serena?
Soy prudente y callada de todo cuanto
veo y pasa en las madrugadas. Me tratan de melancólica como el Otoño, pero os
juro, como satélite que soy, y haciendo honor a mis cuatro fases, de que soy
más poética y jovial que éste.
¡Pero esos científicos que tratan de
escrutarme! …- me río de ellos – entre cúmulos, les guiño el ojo, me burlo de
sus intentos.
¡Tristes pigmeos ante la
cordillera del Himalaya!
Debéis de ocuparos y orientar vuestras
continuas investigaciones; daréis más fruto a la Humanidad; encerrándos entre blancas paredes de vuestros silenciosos
laboratorios tratar por todos medios de
descubrir el antídoto que finalmente cura el cáncer. Librar batalla a campo
descubierto para vencer a virus, microbios y bacterias.
Tengo preparado el banquete para aquellos
cosmonautas que sean los primeros
que me visiten. Por educación seréis bien recibidos, pero me temo que los
manjares preparados para este fin, jamás lleguen a consumirse.
Por ventura, ¿es que pensáis aparcar
hacer “camping” y pernoctar en mi morada? Os advierto que “Viajes Meliá” por
altas razones meteorológicas y de locomoción, todavía no tienen instaladas sus
oficinas de información y propaganda.
No penséis que aquí tengo licores y
menos que haya ninguna botella exótica que pueda exhibirse en el madrileñísimo museo de Perico Chicote
Aquí no penséis encontrar atmósfera,
vegetación, ni siquiera musgo, inmensos cráteres y abismos infranqueables encontrareis por doquier. Si tratáis de
llegar aquí, jamás será; os quedareis decepcionados y exhaustos, al encontrar
solamente tierra calcinada y sedienta.
¿Influirá Neptuno para que aquí las
ánforas de las nubes cabalguen secas?
Me dirijo a vosotras, Naciones y os agradezco infinito el enorme y
cuantioso gasto que hacéis en pruebas y
experimentos para intentar visitarme, pero lo vería en mejor grado, que
esa enorme cantidad de dinero que gastáis tan inútilmente fueran invertidos en
forma tal que redundara exclusivamente en beneficio de vuestros propios países.
Pero, ¿es que queréis saber más que el
que me dio ser?
¡Oh mi Dios Omnipotente! Tu obra no está al
alcance de ninguna mente.
Nota de la Luna
Estaba equivocada; una cápsula espacial llamada Apolo XXI estuvo dando
vueltas alrededor de mi órbita, y yo recelosa empecé a fruncir mi ceño. Y sin
que me pidieran permiso los astronautas Armstrong y Aldrin, en Septiembre de 1969 alunizaron y me hicieron una visita. Pero yo estaba vigilante y
desconfiada. Armstrong me plantó una pica que me hizo daño y se llevó unos
pedruscos. Durante media hora estuvo pisoteándome mientras yo humildemente me
aguantaba y no me quejaba. ¡Cualquiera les dice algo a estos norteamericanos!
Que
tranquila me quedé cuando vi que se alejaban. Ellos creían que habían
descubierto algo que ya estaba.
Y eso pasó porque Dios
quiso que pasara...
Añadido el 25 de febrero de 1970 Agencia de noticias NUEVAS DIMENSIONES con sede en Valencia (España)